Pocos minutos después de haberme despedido y a pocas horas de mi partida me he armado de valor para trascribir una carta que mantiene tu recuerdo vivo cuando estas lejos para compartirlo con todos aquellos que como tu y yo han tenido un día perfecto.
"La tensión y ansiedad por incumplir una promesa y defender la congruencia entre mi decir y el hacer, despertó el día tempranamente. Después de casi hacer los rituales matutinos, emergí al fresco amanecer que despertó mis sentidos.
Ulteriormente de la brevísima travesía… Te encontré, una visión color sombra; combinación de concurrencias que nos convirtió en correspondientes compañeros de viaje. Comenzamos el itinerario con una parada fallida, no frustrando el recorrido decidimos continuar. A continuación nos advertimos envueltos en una efímera brisa de desconcierto para proseguir el recorrido, siendo después encaminados por ánimas casi irrelevantes para nuestra existencia. Continuamos, pasando por todas aquellas señas indicadas precedentes a nuestro destino, complementadas por evocaciones tuyas del lugar, que finalmente nos hicieron llegar a nuestra primera estación. En un ambiente casi desierto buscamos a los que serían tus compañeros de escenario y amigos en tu cotidianeidad. Al fin arribamos justo entre elocuencias, estridentes percusiones y un aliento que formulaba melosas eufonías; intranquilos perduramos hasta la llegada de su turno; conjunción de cuerdas y aliento que de vez en vez tropezaba con rebeldes notas. Concluyendo de manera diligente, departimos rapazmente entre galletas y refresco hasta desesperar ociosamente el momento en que coreografías de efebos estrógenos terminarían esa parada.
Con propósitos modificados y ánimos fastidiados nos dirigimos a la que antes fuera parada fallida y ahora era destino. Después del traslado, entre el castillo vagabundo y el aroma a comida casera transcurrieron los últimos minutos de la tarde haciendo cadáver el momento. Planeé partir -al menos en mi mente- rumbo a mi casa y finalmente me encontré en dirección al ensayo. Entre piezas inconclusas y tratando de seguir la lectura, en un día poco acertado para ti -debo agregar-, fueron los agentes exactos que conformaron el final de un día perfecto solo por la presencia de tú existencia."
LA CHIQUI 13/04/2008
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