5/12/08

Pa’ mi tapatía…

A cualquiera que lea estas líneas le prevengo; pues no encontrara en ellas consuelo o respuestas ya que solo obedecen a aquellos que han perdido como yo algo que tiene valor solo en el pensamiento, a aquellos que pueden darle vida a lo inanimado y comprenden el valor de los recuerdos.



Ahora, después de observar el perenne vaivén de incontables fantasmas pareces estar lista para decirnos adiós también a nosotros, que resultamos ser sin querer, los últimos testigos de tu incansable lucha; Rapaces sobrevivientes y carroñeros insaciables que entre rabietas y lamentos inútiles fuimos elegidos para entregarte al verdugo.

No se si fuiste la gran amante, mucho menos la burguesa, la excusa o el pretexto, no se siquiera si alguna vez debí llamarte mía; pero aquí estoy, sin conocerte, tratando de buscar las palabras para describirte a sabiendas que solo nos resta un instante y conservo de ti una imagen que se fragmenta con el tiempo.

Suspiros e ilusiones, risas, lágrimas y malos chistes, enlazados con anécdotas parecen formar tu tímida silueta en mi cabeza, te recuerdo entre neblina de cigarro y carcajadas aunque tú fueras tan seria y no fumaras un carajo; Casi puedo identificar tu risa al fondo de una nota nacida del alma suspendida en el silencio u oír tu reproche en cada nota errada, reconociendo las distracciones o el cansancio y tu olor a madera y oxido, sutil huella de tus días de gloria, mezcla de ficción, realidad, mitos y vagos recuerdos de aquellos que te conocieron como pinceladas que tímidamente dan forma a esta torpe nebulosa.

Tal vez con el tiempo reconocerán tu ahora cansado pero siempre orgulloso semblante, admirarán la belleza en tu ahora descolorido rostro y aunque nunca puedan como yo sentir la calidez de tus mimos, saborear contigo una victoria o encontrar consuelo en tu silencio se que no estas preocupada pues me convierto al lado de muchos amigos tuyos y por tanto míos en un susurro que vive entre muros y viaja amalgamado a tu recuerdo.

Solo me queda entonces agradecerte que guardaras mis secretos dentro, muy dentro, cumpliendo cabalmente tu promesa de ser por siempre la silenciosa protectora de mi historia. ¡Nuestra historia!


“Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas y lo se porque lo he intentado”


1 comentario:

AnAiRaMzIaLo dijo...

Mmmm no se a quien te refieras con esto, y lo único que yo te puedo decir es que, hay veces que es mejor dejar que las cosas, objetos, personas, etc se vayan, todo pasa por algo y eso que pasa, es lo mejor; cada cosa tiene su razón de ser y cada despedida también.

Lindas palabras!
Cuidate!

PD. Ya te extrañamos en la fila!!!